#22MarchasDeLaDignidad
Antes de comenzar aviso que NO VOY A SER POLITICAMENTE CORRECTA
Pues resulta que el 22M se resume
en violencia de extremistas. Resulta, que las mismas personas que ahora se
echan las manos a la cabeza por lo ocurrido y ponen el grito en el cielo, son
en su inmensa mayoría las mismas que no tenían ni puta idea de qué era el 22M
hasta la semana previa a la manifestación, a pesar de que llevaban
organizándose muchísimos meses. Resulta también, que esa inmensa mayoría que se
indigna con las imágenes, son personas que su máxima actividad reivindicativa pasa
por pulsar el “me gusta” en una foto y/o comentario, compartirlo, ir a alguna
manifestación multitudinaria de turno o quejarse en el bar con una cerveza de
por medio. Y el colmo del colmo es cuando te encuentras a personas que además
de no estar presentes en las marchas, te intentan explicar qué fue lo que
ocurrió…
Me gustaría saber cuántas de estas
personas se han visto sumergidas en mitad de una cargada indiscriminada, donde
volaban los porrazos y pelotas de goma a toda persona que se movía. Esto es
tremendamente importante, porque valorar una escena que en tu puta vida has
vivido es muy fácil, ¿pero acaso sabes lo que se siente cuando estás acorralada
por policía a la que le importa una mierda si eres parte o no de los
altercados?, ¿Sabes lo que se siente cuando sólo escuchas el ruido de las
pelotas de goma y ves a la gente corriendo en todas las direcciones sin saber
dónde ir?...
Pero la cosa no queda aquí,
hablan también de la impotencia que sentían los UIP que armados hasta las cejas
y protegidos de los pies a la cabeza, no podían cargar salvajemente, como su
costumbre, ante la lluvia de piedras que les estaba cayendo. ¿Por qué tengo que
empatizar más con un UIP que con una persona corriente?, ¿qué pasa, que como lo
normal es que reciba el pueblo, y ya nos hemos acostumbrado a las imágenes de
cargas indiscriminadas, cuando prueban de su propia medicina tengo que
sensibilizarme de manera especial? A ver si me entero, tengo que sentir pena
por una persona a la que pagan con mis impuestos por trabajar defendiendo a los
bancos en desahucios; por una persona que realiza identificaciones y/o
detenciones masivas e indiscriminadas; por una persona que en ningún momento se plantea o cuestiona las órdenes
que recibe y las acata, aún estás sean inhumanas (esto último no es de
extrañar, ya sabemos que el perfil de los antidisturbios no brilla por su
inteligencia especialmente). Me estáis diciendo que cuando esta persona prueba
de su propia medicina, aún estando en una situación de clara ventaja a efectos
jurídicos, debo sentir pena…
No voy a entrar en la cantidad de
infiltrados que había, que por cierto se les huele de lejos, ni en sus
actuaciones (no olvidemos el “que soy compañero coño”. Porque si eres compañero
coño, o tus compañeros coño estaban realizando detenciones arbitrarias, o tú
eras uno de los que formaban parte de los altercados, compañero coño). Pero sí
voy a poner sobre la mesa algo que quizás a la gente se le escapa. Resulta que
arrancan las marchas con uno de los dispositivos más amplios formados hasta el
momento, más de 1700 efectivos. Pero claro, como son nuevos en esto de las
concentraciones, no preveían nada de lo que iba a pasar y los forman grupitos
de 15 antidisturbios. ¿Dónde estaban 1700 efectivos? Quizás cantando con la
Solfónica, quién sabe… pero lo que sí que sabemos es que lo que empezaba siendo
unas marchas indignadas de millones de personas, acaba desembocando en
“violencia de extremistas”. Claro, al Gobierno le ha salido la jugada de 10. En
lugar de hablar de la indignación de millones de personas, ponemos el foco en
los principales represores que ahora se muestran reprimidos y “oh, qué pena!”,
“qué indignación”… y como siempre, nadie se cuestiona nada y todos se lanzan a
ladrar. ¿Qué ladran? Lo que escuchan en los medios de comunicación, pues como
ciudadanos “activos” esta es su máxima ventana a la realidad. Se tragan todo el
mensaje y lo repiten una y mil veces, ayudando al Gobierno así en su jugada. Y
si piensas diferente es que eres una radical que estás totalmente manipulada de
tanta manifestación, grupos de trabajo y asambleas… irónico, verdad?
Dicho esto, gracias a las
personas que aún viviendo en Madrid, estos días no han dejado de preguntarme
que estaba pasando en las calles. Gracias a las personas que no se sienten
identificadas con lo ocurrido, pero su máxima acción para cambiar la realidad
es publicarlo por las redes. Gracias a las personas que critican sin cesar el
trabajo que otras personas hacen, pero no proponen nada alternativo,
simplemente esperan. Gracias a todas ellas, porque sin ellas no valoraría tanto
a muchas otras.
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