viernes, 16 de septiembre de 2011

“Usted ha sido seleccionada como candidata a nuestro puesto de trabajo. La entrevista será mañana a las 10:00”

No me lo podía creer ¡¡mi primera entrevista de trabajo!! ¿Qué me pongo? ¿Qué esperarán de mí?

Llego al sitio citado como 10 minutos antes (llegar tarde a tu primera entrevista no es de recibo) y me encuentro una habitación con 2 chicos y 2 chicas. Obviamente nadie habla, ¿cómo hablar y de qué con él que posiblemente te quite tu puesto de trabajo? Saltándome todas las reglas no escritas que ya tenían impuestas estos cuatros chicos, me siento al lado de uno de ellos y empiezo a hablar con él. Resulta que es majísimo, ha trabajado de taxista, comercial, vendedor… un tipo muy variado e interesante. No es su primera entrevista pero la manera de agarrar los folios y estrujarlos, me dice que no debo pedirle consejo.

La oficina no sabría definirla. Una chica no deja de entrar y salir, la música (que no llega a ser hardcore pero está cerca) me taladra el oído por el volumen y por fin… nos hacen entrar a todos a una habitación. Como en una reunión de alcohólicos anónimos tenemos que presentarnos y contar un poco qué hemos hecho y en qué ámbitos. Después de escuchar a un sociólogo y a un matemático-ingeniero y no sé cuántas cosas más que este hombre había hecho me toca a mí. “Hola soy Rosa” sólo con esas palabras el joven entrevistador con cara de sombrerero loco sonríe y viene la pregunta ¿tú de dónde eras? Obviamente no se ha leído los CV y le ha hecho gracia mi acento (no lo imita porque en teoría estamos en un momento de cierta seriedad). Pasado este punto y aprovechando para mandar un besazo enorme a todos los andaluces, volvemos a mi presentación. Le cuento un poquito mi escasa experiencia y le paso la palabra al compañero taxista, que con tanto movimiento de papel creo que o habla ya o muere en el intento.

Hechas las presentaciones el sombrero, de pelo desenfadado intentando ocultar su incipiente alopecia, nos explica un poco de que trata el trabajo…
            …pero ¡¡joder!! cómo dejar escapar este trabajo si tal y como lo ha pintado es lo que yo buscaba. Un curro donde se trabaja poco, en buen ambiente y ganando mucho dinero. ¿Qué hay que hacer os preguntaréis? Captar socios para Cruz Roja con una sonrisa de oreja a oreja.

Terminada la reunión sólo los elegidos pasarán a la otra prueba sobre el terreno. De los 6 que entramos aparecen 2 bajas. Super contenta me dirijo a conocer a mi “entrenador”, un chico de mi edad más o menos, muy amable y simpático.  Entre unas cosas y otras, la entrevista que era a las 10:00 son ya cerca de las 12:00 y sigo sin saber nada. Nos vamos todos (como una buena secta) a desayunar, o al menos yo entendía que era un desayuno. Me pido una fanta como el resto de nuevos pardillos, mientras que los “veteranos” (y lo entrecomillo porque el que más lleva es el jefe y es su primer año) se jartan de tortilla de patatas y demás tapitas de bar. Dicen que la experiencia es un grado y no es mentira, los veteranos sabían que no volveríamos a parar hasta las 17:30 -18:00 por eso se llenaban la barriga, sin contar este detalle a los pobres conejillos de indias que miramos con cara de “no veas como desayunan los muertos de hambre estos”.

12:30 y empezamos a trabajar. Yo sólo tengo que mirar como lo hace mi entrenador y él observar como reacciono yo ante las diferentes situaciones. Es una situación extraña donde ambos estamos a prueba pero sólo terminaré siendo puntuada yo. Y ahora es donde entra en juego la formación que la propia empresa nos facilita para engañaros a vosotros pobres curritos!! El discurso, que después os comentaré en qué consiste, está totalmente preparado para haceros sentir mal por tener una casa y comida que llevaros a la boca. Y como siempre, para qué ir dirigido a los que más tienen que ya sabemos que no van a dar nada de nada. Este discurso tiene como principal receptor curritos, inmigrantes, madres solteras y demás pobres diablos que tengan lo justo para echarse a la boca y los obliguemos a compartirlo con nosotros.

RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINGGGG las 15:30 llegó mi libertad. Mi entrenador me da permiso para pirarme y aunque ya me anticipa que si que voy a ser seleccionada, me dice que me llamará a las 18:00 para decírmelo con toda seguridad.
RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINGGGG 18:00 ¡Rosa uno de los puestos es tuyo! El lunes a las 10 en la sede con una foto, tu cuenta del banco y tu DNI.

Mañana os cuento mi primer día de curro…

1 comentario:

  1. jajajajaja si es que lo venden como si fuera el curro del siglo, que debes dar gracias por que te den esa oportunidad e incluso cedas parte o todo tu sueldo por la causa, para su tortilla de patatas JJAJAJAJAJAJ

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